El cielo casi impoluto, de un celeste acuarelado, de repente se manchó con algo que impactó a dos tucumanos que viajaban por la ruta rumbo a San Pedro de Colalao, el 1 de febrero pasado. Rina Juárez, de 76 años, venía sacando fotos a unas aves que se alimentaban al costado del camino, mientras su marido conducía el auto.
“Primero vi una mancha en el cielo, después empecé a fotografiar, porque pensé que era un pájaro, hasta que me di cuenta que era un plato volador. Luego iba bajando y subiendo, hasta que se perdió detrás del cerro”, le contó la mujer a nuestro diario.
En otro punto de la provincia, en la tarde del domingo, la doctora en Física y astrónoma tucumana Olga Pintado calibraba dos telescopios con acceso remoto que están instalados en el Complejo Astronómico y Tecnológico Calchaquí, ubicado en El Bañado.
Atenta a todo lo que pasa en el cielo tucumano, ya sea por sus propias observaciones con esos artefactos ópticos o por las repercusiones en las redes de esporádicos avistamientos, la especialista analizó lo que pasó en la villa veraniega.
“Yo no he visto muchas fotos de eso, pero hasta ahora es un OVNI, que quiere decir ‘objeto volador no identificado’. En este caso, traté de analizar la foto, pero las que tengo son de muy baja calidad y no puedo ver más allá de algo que es como un remolino. Aunque no sé si a esa altura puede producirse un remolino. No he podido identificar dentro de esa imagen alguna otra cosa, como podría ser alguna nave rara, un avión, o algo por el estilo. En general se necesitan imágenes con más resolución para poder analizarlas en detalle con los programas que tenemos nosotros”, dijo a LA GACETA.
Calidad de la imagen
Con respecto a la resolución de las “pruebas”, Pintado dijo que generalmente las fotos se pasan por WhatsApp y ahí pierden mucha calidad y aconsejó que hay que tener cuidado con la deformación de la imagen que tienen las propias cámaras.
“Hace unos años, ya más de cinco, quizás más, me acuerdo que estaban mandando a LA GACETA fotografías de Ovnis tomadas en El Infiernillo y siempre en dirección al mismo lugar y a la misma hora. De esas imágenes yo pude tener algunas en alta resolución y lo que vimos es que era un avión. Tenía la forma perfecta de un avión. Lo que pasa es que por la mala resolución de la cámara no se lo podía ver. Cuando se lo ampliaba se veía que era un avión y a esa hora pasaba por ahí un vuelo, creo que era de LAN, que iba de Córdoba a Lima. Por ello es vital tener las fotografías originales en buena resolución para el análisis”, relató la especialista.